domingo, 27 de noviembre de 2011

A Orlando Barone

N.D.A: Esta carta fue publicada en favor del "periodista" Orlando Barone.
No estoy de acuerdo con el textopero la publico porque respero todas las opiniones.
Ustedes sabrán interpretar lo que dice y conocer a quienes la firman.



¿Qué es lo que no se le perdona ahora al autor de “Imperdonables”, su último libro, aparecido en 2008? Sencillamente, haber manifestado su adhesión a un determinado lugar en la vida, a una postura ideológica. Eso-apenas eso- en una sociedad exasperada que evidencia odios viscerales y es cada vez más propensa al ninguneo- le ha costado esta descalificación arbitraria. Hoy, en la Argentina de un desproporcionado trogloditismo informativo, está muy mal visto y sancionado el ejercicio básico de cualquier buen periodista: el libre pensamiento. Y todo está tan sesgado que, desde diversos lugares, se nos está diciendo: “O estás conmigo sin fisuras, o te convertís inmediatamente en mi enemigo”. Y si hay algo que esto provoca es debilitamiento de la libertad individual y del déjalo ser de cada uno.
Nadie nos pidió-muchísimo menos Barone- que redactáramos este reconocimiento. Podríamos haber dicho ‘¡Aguante Barone!’ y mirar para otro lado. Pero elegimos este camino. Lo hacemos por puro impulso amistoso y solidario hacia el autor de centenares de textos inolvidables e incisivos, como los diálogos en los que a mediados de la década del 70, juntó a Borges y a Sábato en un libro emblemático, al bon vivant, al fana de Boca, al amiguero y familiero, al animador cultural, al charlista lúcido y original en tantos temas diferentes, al hombre culto e informado, al para nosotros referente de la profesión y de la vida.
Ese profesional, esa persona, no merecían tan agresivo manoseo. Vaya esfuerzo inútil: si con esto pretendieron dar una opinión acerca del estado de nuestro actual periodismo sinceramente creemos que se equivocaron de metodología. Lo que acaban de hacer es condenar a un periodista solo porque no piensa como ustedes o como la mayor parte del jurado. A principio de la década del cincuenta, Enrique Santos Discépolo sufrió el aislamiento de sus amigos y el odio de sus adversarios, sólo por defender al gobierno que encarnaba sus ideas. Orlando Barone, hasta hace poco tiempo, sostenía las mismas ideas desde dos medios opositores al gobierno. Por lo tanto se está castigando la coherencia de una forma de pensar. Y eso difícilmente lo podrían enarbolar muchos de los que actuaron de jurados.

Eduardo Aliverti
Rafael Bielsa
Arturo Bonín
Pablo Chami
Ricardo Feierstein
Mario Goloboff
Néstor Gorojovsky
Alejandro Horowicz
Jorge Halperín
Liliana Mizrahi
Renato Miari
Víctor Hugo Morales
José Pedro Morales
José Nun
María Julia Olivan
Hugo Presman
Miguel Rep
Raúl Rizzo
Oscar Rovito
Sandra Russo
Daniel Santoro
Carlos Ulanovsky
Diego Valenzuela
Luisa Valmaggia
Enrique Vázquez 

Fuente: http://opinionymedios.blogspot.com/2010_01_01_archive.html

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