domingo, 27 de noviembre de 2011

Nara Ferragut y el amor por los avisos

¿Qué pasa en Télam? (II)




La relación íntima de Nara Ferragut con el secretario de Medios explica cómo pasó de cronista a próspera empresaria televisiva. La sociedad con los ex sushis y los planes con Maradona.

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La Política Online reproduce a continuación la nota que la revista Noticias publicó en septiembre del año pasado sobre la relación de Nara Ferragut con Enrique Albistur y la denunciada firma Action Media. Un impecable artículo de la periodista María O´Donnelll, autora del libro "Propaganda K".

Por María O´Donnell

Una carrera promisoria en lo más alto del poder mundial, la de Paul Wolfowitz, terminó hace tres meses y de un solo golpe: el entonces titular del Banco Mundial debió renunciar cuando trascendió que le había concedido un ascenso y un incremento salarial a su novia, una empleada del organismo internacional con sede en Washington, Estados Unidos. El Parlamento Europeo consideró una falta ética inadmisible que Wolfowitz se hubiera interesado en forma personal por la situación laboral de su pareja y utilizara su cargo jerárquico para beneficiarla. El presidente George Bush intentó salvarlo del ocaso, pero nada pudo hacer.
Los cables de las agencias internaciones que dieron cuenta de la caída de Wolfowitz, un aplomado profesor con prestigio en el ámbito académico más conservador, describían una situación –la de una mujer favorecida por un funcionario– que en la secretaría de Medios, a cargo de Enrique "Pepe" Albistur, adquirió ribetes bastante más escandalosos que en Washington.

La protagonista femenina de la historia local es Nara Ferragut, una joven morocha de 28 años que se cruzó con Albistur hace algo más de dos años. Cuando conoció al secretario de Medios de Néstor Kirchner, Ferragut era una de dos conductoras de Sin Escalas, un programa de deportes y turismo que aún se puede ver los sábados por la pantalla de Canal 7. Su carrera, como profesional y empresaria de los medios, pegó un salto cualitativo a partir de la relación sentimental que entabló con Albistur, quien también se encarga de la imagen de la campaña a la Presidencia de la senadora Cristina Fernández.

Shaha Riza, una inglesa de origen libanés con una larga trayectoria dentro del Banco Mundial, obtuvo un incremento salarial del 40 por ciento que alcanzó para eyectar a su pareja de la presidencia del organismo de crédito. Ferragut creció dentro de la emisora estatal, y su empresa y las de sus socios ganaron en facturación de avisos de publicidad oficial: ambas cosas dependen de Albistur y comprometen el manejo de fondos públicos. Action Media, una productora ignota, pero vinculada al programa Rock & Arena, un ciclo que condujo Ferragut en Canal 9, facturó en dos años más de dos millones y medio de publicidad oficial y se ubicó entre las cincuenta principales receptoras de avisos de la gestión Albistur

Aunque en las últimas semanas el vínculo íntimo parece haberse enfriado, y sus visitas a la Casa Rosada se espaciaron, la conductora no ha perdido los privilegios que supo ganar en estos años. Ninguna normativa prohíbe la contratación de parejas o de parientes en la administración pública nacional, pero el Código Penal establece que si un funcionario se "interesa" por beneficiar a una persona, física o jurídica, aunque no saque provecho para su bolsillo, incurre en el delito de negociaciones incompatibles con su cargo, porque deja de ser imparcial en las contrataciones del Estado.

Medios públicos, negocios privados. 
Cuando se agotaba el año 2006, un grupo heterogéneo de actores, periodistas, conductores, deportistas y empresarios de los medios recibió una invitación para la fiesta de fin de año de una empresa llamada Innovo Producciones. Al menos tres de los convocados, que ignoraban las conexiones de esta productora con el secretario de Medios, se sorprendieron cuando los llamaron desde la Casa Rosada para saber si asistirían. Otros lo habrán tomado con naturalidad. Para esa fecha, la relación entre Albistur y Ferragut no era ningún secreto.
Se habían conocido en el verano del 2005, cuando ella tenía 25 años y recién empezaba a trabajar en Canal 7. Albistur, treinta años mayor que ella, estaba recién separado de María de los Ángeles Díaz, su segunda mujer. 
Cuando pasó a la función pública, Díaz y los hijos de la pareja asumieron en los papeles la conducción de Grupo Al Sur, el conglomerado de empresas que Albistur montó gracias al trabajo que desarrolló como encargado de las campañas publicitarias de las principales figuras peronistas desde 1985 hasta la fecha. Su principal actividad es la publicidad en la vía pública, un negocio que le abrió Carlos Grosso al entregarle la explotación de las pantallas verdes del mobiliario de la ciudad de Buenos Aires, que aún siguen bajo el control de la familia Albistur.
Mientras afianzaba su relación con el secretario de Medios, la carrera de Ferragut también avanzó a grandes pasos. Pasó a ser la única conductora de Sin Escalas; renovó el contrato con Canal 7 en condiciones ventajosas y mejoró su lugar en la grilla (cambió un horario del mediodía por la noche); selló alianzas con otras productoras para participar de la comercialización de programas que no eran el suyo dentro de la emisora estatal; empezó a facturar publicidad oficial con Innovo; barajó negocios con Claudia Maradona; recorrió el país en acuerdos con las secretarías de Turismo de las provincias; viajó a Rusia como enviada del canal para cubrir la Copa Davis; obtuvo una entrevista exclusiva con la cantante colombiana Shakira; se puso al frente de un programa de rock de Canal 9 que emitió los recitales organizados por el gobierno en la Costa Atlántica; y promocionó su figura en publicaciones que reciben abundantes avisos del Gobierno.

Criada en la provincia de Neuquén, Ferragut había emigrado a Buenos Aires a los 17 años, persiguiendo el sueño de ser periodista. Mientras estudiaba Comunicación Social en la universidad privada John Kennedy, incursionó en la radio como movilera, pero la actualidad la agobiaba: prefería las cámaras. En la televisión estatal empezó en el verano del 2004 realizando notas de exteriores para un programa llamado Argentina de Viaje. Un compañero de trabajo de entonces contó que se hizo un lugar porque llegó con el respaldo de dos auspiciantes que le había facilitado su padre, Carlos Ferragut, un político de Neuquén que trabó amistad con Carlos Menem.
Apenas terminó Argentina de Viaje, consiguió algo mucho más codiciado: un espacio en la grilla de Canal 7 para conducir Sin Escalas, un programa que ella misma iba a comercializar. Nacida el 24 de marzo de 1979, Daniela Ferragut, alias Nara, fundó Innovo Producciones SRL en sociedad con Rocío Cortizo (una colega del canal) y con Sebastián Espinosa (su novio de entonces, un constructor de la provincia de Buenos Aires). La sociedad nació el 21 de septiembre de 2004 con un capital inicial de 12.000 pesos.
Leonardo Becchini, entonces gerente de programación y de entretenimiento de Canal 7, concedió un espacio a una productora recién creada, sin ninguna experiencia ni respaldo financiero. El domicilio legal que figuraba en los papeles era un monoambiente alquilado por Ferragut en un piso noveno sobre la avenida Las Heras, esquina Austria, cerca de las instalaciones del canal. El departamento funcionaba como vivienda y sede de la productora que había firmado un contrato que le otorgaba un porcentaje importante de la facturación de publicidad que pudieran conseguir.
En los primeros tiempos de Sin Escala, peleaban para cubrir los gastos. Ofrecían "canjes" (intercambio de mercaderías o de servicios por una mención publicitaria dentro del programa) para costear los taxis, los celulares, el alquiler de las cámaras y la edición. El aspecto comercial del negocio consumía la atención de Ferragut tanto como su deseo de triunfar en la tevé.

Clinc caja
Nara se cruzó con Albistur por primera vez en el Baires Beer Festival, un festival de la cerveza organizado por Ignacio Albistur, hijo del funcionario, en la Rural de Palermo, en febrero del 2005. Antes de que terminara el año, Ferragut se desprendió de sus socios Espinosa y Cortizo. Quedó como única socia gerente de Innovo Producciones y obtuvo el alta en la agencia Télam como proveedora del Estado, un paso burocrático imprescindible para facturar publicidad oficial. Ese año recibió 80.450 pesos en avisos del Estado.
Enseguida iba a mejorar su marca, y con una ventaja adicional relevante respecto de otras productoras independientes con contratos en la emisora estatal.
Aunque existe una disposición por la cual los ingresos de los avisos del Estado colocados en medios públicos no deben ser compartidos con empresas privadas, para evitar triangulaciones y conflictos de interés, algunas pocas productoras incluían en sus contratos con Canal 7 cláusulas de excepción a esta norma. Innovo era una de ellas. La productora de Ferragut consiguió un contrato con estos beneficios.

1) Mientras que la gran mayoría de los acuerdos de coproducción de Canal 7 repartía los ingresos de la tanda publicitaria en mitades (50% para cada parte), Ferragut obtuvo el 70% y Canal 7 se quedó con el 30%. A cambio, Innovo resignó la posibilidad de recibir un monto fijo por programa.

2) Además de un porcentaje más alto que el resto, logró que la publicidad de la Presidencia de la Nación, que repartía Albistur, no quedara sólo en manos de Canal 7.

Para Sin Escala, los ingresos por los avisos provenientes del Poder Ejecutivo y de los organismos descentralizados del Estado que eran "generados" por la productora se repartían igual que el resto: 70% para Innovo, 30% para Canal 7. En otras palabras, Ferragut facturó siete pesos de cada diez que desde las oficinas de su novio Albistur destinaron a Innovo.
En el 2006, la cifra se triplicó respecto del año anterior y ascendió a 211.837 pesos (el monto figura en las planillas que entregó la jefatura de Gabinete a la fundación Poder Ciudadano) Recibió, después del descuento del 30%, un promedio de 12.400 pesos mensuales. Sólo en concepto de publicidad oficial del Poder Ejecutivo Nacional, sin tener en cuenta a otros avisadores ligados al Gobierno, como la Secretaría de Turismo, tanto de la Nación como de las provincias, que manejaban sus respectivos presupuestos de manera autónoma.
Además, Ferragut terminó el año vinculada a otras dos productoras que facturaban publicidad oficial: una de ellas, con programas en Canal 7; la otra, con los derechos exclusivos de una serie de recitales de verano auspiciados por el Gobierno. Cuando llegó la fiesta de fin de año de Innovo, tenía muchos motivos para celebrar.

El regreso de los sushi
Los empleados de la Secretaría de Medios se acostumbraron a verla deambular, al menos dos veces por semana, por el primer piso de la Casa Rosada. Ferragut subía por una amplia escalera de mármol y se movía con soltura por las tres oficinas contiguas que ocupaban Albistur y su equipo más cercano, todas ellas con vista a la Plaza de Mayo. Para recibir visitas, podía disponer de la sala de reuniones de la Secretaría de Medios, donde se organizaban muchos actos del Presidente.
Aunque nunca la integró a su círculo familiar, Albistur formalizó la relación ante sus amigos poco antes de la fiesta de Innovo en Polite, durante los festejos por su cumpleaños número 59, el 18 de noviembre de 2006 en Estación Tango, un local ubicado en una parada del Tren de la Costa que él mismo explotaba comercialmente. Entre los asistentes figuró Luciano Olivera, jefe de programación de Canal 7 en tiempos de la Alianza, vinculado a la productora Zona de Comunicación, que tenía más de un programa en la pantalla estatal y una alianza estratégica de negocios con Innovo.
En calidad de productor general de MP3, un programa sobre la música de diversas regiones del país que conduce el Bahiano, ex cantante de Los Pericos, Olivera afirmó que el envío era un emprendimiento conjunto de Innovo Producciones con Zona de Comunicación. Así figuraba en los títulos finales del programa. Esta misma empresa manejaba los derechos de la liga del vóley que transmitía Canal 7, y producía otros dos programas: Fiestas Populares, y Km a Km, el juego, conducido por Cecilio Flematti, que casualmente –como Sin Escala– giraba alrededor de viajes por distintas localidades de la Argentina y se emitía en la pantalla estatal los días sábados.
Como ocurría con Sin Escala, el convenio de coproducción con el programa conducido por el Bahiano también le permitía a las empresas que lo realizaban quedarse con un porcentaje de la publicidad oficial "generada" por sus responsables. El reparto de los ingresos por la venta de avisos se realizaba en partes iguales, pero Zona de Comunicación recibía además 12.000 pesos más IVA por programa.
¿Cuánta publicidad le asignó la Secretaría de Medios a Zona de Comunicación? En el año 2004, 23.400 pesos; en el 2005, un poco más: 34.525; el despegue llegó en el 2006, en coincidencia con su alianza con Innovo: Zona facturó diez veces más de publicidad oficial del Poder Ejecutivo Nacional: 303.787 pesos.

La yapa
En forma simultánea a su presencia en Canal 7, Ferragut condujo otros programas en la pantalla de Canal 9. En marzo y abril del 2007 se puso al frente de Rock y Arena, en total, cuatro programas que compilaron material grabado a lo largo de un ciclo de recitales gratuitos del mismo nombre, que se había desarrollado durante el verano en la costa. Los sábados por la noche, Ferragut introducía a los grupos que participaron del festival financiado en forma conjunta por la Municipalidad de la Costa; el gobierno de la provincia de Buenos Aires (n.d.a. gobernador Daniel Scioli); la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico, el Sedronar (que depende de la Presidencia); y una productora sin trayectoria en el mercado, llamada Action Media.

Pocos meses más tarde colocó, también en la pantalla de Canal 9, el programa Dónde estabas, otra serie de cuatro especiales que convocaban a figuras conocidas para saber qué recuerdos guardaban de días que, por diferentes motivos, quedaron en la memoria colectiva (el 11 de septiembre del 2001, cuando volaron las Torres Gemelas en Nueva York, y la muerte del cuartetero Rodrigo fueron dos de los temas elegidos).
Creada en octubre del 2005 en la provincia de Buenos Aires por dos jóvenes desconocidos en el medio de la televisión, Sandra Rizzo y César Forcieli, Action Media facturó en su primer año 986.658 pesos de publicidad cursada a través de la agencia Télam por la Secretaría de Medios. Casi un millón de pesos en el 2006. En el primer semestre del 2007 -período que coincidió con la llegada de Ferragut a Canal 9 para conducir los recitales y el programa de recuerdos- arrancó con 1.463.802 pesos. Arañó el millón y medio de pesos en sólo seis meses.
Ferragut parecía tener un imán para arrastrar publicidad oficial por los lugares que ella transitaba. El reparto de los avisos se decide en las oficinas de Albistur, las mismas que la conductora solía frecuentar hasta que la relación se agrietó hace un par de semanas. El secretario de Medios también gravita en los contratos que se firman en Canal 7, donde ella trabaja. Los beneficios que obtuvo a lo largo de dos años están lejos de pertenecer al ámbito de su vida privada: sus negocios se montaron sobre medios y fondos públicos. 

Fuente: http://www.agenciacomunas.com.ar/nota.asp?notaid=43466

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